domingo, 17 de noviembre de 2013

LA GRAN IMPORTANCIA DE TENER METAS



Para poder darle seguimiento a los sueños es importante proponerse metas. Es importante tener metas en la vida tanto en el ámbito profesional y el social, como en el ámbito familiar y personal. Es clave la necesidad de que los jóvenes tengan una brújula y sepan hacia dónde ir y cómo llegar. Las metas son el motor que estimula a superarnos.

Para formar un proyecto de vida, primero hay que ponerse metas concretas, una herramienta de peso, lo cual es importante inculcarlas en las nuevas generaciones que quieren lograr algo, pero no saben cómo alcanzarlo o hacerlo.

El camino es difícil y habrá limitaciones, he incluso algunas veces tendremos la sensación de haber fracasado a mitad de camino. Cuando esto sucede hay que repasar los objetivos para ver el rumbo que hasta ahora hemos tomado y el que a partir de ahora debemos tomar. Por tanto, no hay que olvidar los posibles ajustes que debamos hacer de las metas a lo largo del camino, e intentar crear una estrategia para el éxito, pues en ocasiones las circunstancias cambian y es preciso modificar lo que no nos funcione. 

El pensamiento positivo es una de las claves del éxito, y es muy importante no perder la perseverancia para alcanzar la meta a pesar de las dificultades del camino. Algunas veces, hay que arriesgar para superarse.



¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LA METAS?

Tener metas en la vida es tan importante como la vida misma. Hacen que la vida valga la pena, te aportan ganas de superarte, te permiten obtener logros cuando las alcanzas y sobre todo enorgullecerte de ello. Además, dan sentido a tu vida y hacen que ocupes tu tiempo de manera productiva.

Las metas aumentan el interés en lo que haces, aumentan el entusiasmo, aportan un sentido de dirección, motivación y esperanza, además de promover claridad y estimular la planificación. Si, por ejemplo, haces tu trabajo teniendo en mente la meta de ascender, trabajarás más y mejor, prestarás atención a las oportunidades y las aprovecharás mejor, tendrás más entusiasmo en tu trabajo y tendrá más sentido todo lo que haces. Si no tienes ninguna meta, tu trabajo puede convertirse con el tiempo en una pesada carga rutinaria que te aburre.

La persona que carece de metas en su vida permanece inmóvil en un estatus quo que puede que le aporte tranquilidad y ausencia de estrés, pero que también puede llegar a convertir su vida en una rutina que le acaba aburriendo y frustrando, porque cada día es igual que ayer e idéntico que mañana. No es necesario que tengas grandes metas, pueden ser metas pequeñas. Lo importante es que tengan sentido para ti y sean tuyas, tus deseos, tus anhelos, te ayuden a solucionar problemas.






¿QUÉ HACER?

La mejor preparación se inicia mediante el establecimiento de metas u objetivos con plazos específicos. Como ayuda para este primer paso, tenemos que escribir en un papel todas las cosas buenas que deseamos y preguntarnos:

¿Qué quiero lograr?

¿Depende de mí?

¿Por qué o para qué lo quiero?

¿Estoy realmente motivado?


Busca en tu corazón para saber lo que realmente quieres y para qué lo quieres. Cuando pienses en algún objetivo, tienes que sentirte feliz, sonreír al pensar en ello. No tengas prisa, para saber cuáles son tus metas necesitarás más de un día. Cuando sepas el qué y el porqué escríbelo. Tienes que ser tan específico como puedas y evitar generalizar.

Si tienes varias metas, escoge una sola. No es conveniente trabajar en muchas cosas nuevas al mismo tiempo.

Si no estás acostumbrado a establecer y trabajar en una meta, escoge una que sea importante, para que estés motivado, pero que no sea la más difícil.

Nadie sabe los límites del potencial humano, pero lo que sí se conoce es que la mayoría utilizamos sólo una pequeña fracción de nuestras habilidades naturales. Obtener una imagen clara y específica sobre un objetivo, automáticamente eleva tu nivel de auto-confianza, y los objetivos claros te motivan para lograr mayores éxitos en todos los aspectos de tu vida.

Una vez determinada cuál es tu meta, hay que trazar un plan de acción para alcanzarla, indicando los pasos que vas a dar para conseguir tu objetivo. Divide tu meta en una serie de pequeños pasos, comenzando por los más fáciles. Si te paras a pensarlo, todo lo que has alcanzado en tu vida ha empezado siendo una idea en tu mente, que luego has convertido en objetivo o meta, por pequeño que sea, desde decidir que ibas a aprender a hacerte una tortilla para desayudar, hasta terminar una carrera universitaria. 

Como es obvio, cuantas más metas te propongas, más probabilidades tendrás de fracasar en alguna. Si has fracasado, trata de descubrir por qué, aprender del fracaso y mejorar a la hora de trazar tus metas y los pasos para conseguirlas. A veces, quizás no alcances una meta en su totalidad, pero sí una parte y es muy importante valorar eso. 





Para terminar me gustaría incluir que:

debemos tener valor para enfrentar la vida, lanzarnos al ruedo e ir tras nuestros sueños, y no tener miedo ante las situaciones que se nos presenten. Sería mucho más cómodo y seguro quedarse quietos pensando que así quizás evitaríamos la derrota, la frustración o en general sorpresas desagradables, pero la verdad es que la vida es de por sí una sucesión de retos y es por ello que vale la pena vivirla. Si estamos dispuestos a encararla tal y como se nos presenta al final podremos decir:


Estuve aquí, fue difícil pero lo logre;
viví momentos de inmensa alegría y satisfacción
que nunca habría tenido de no haberme atrevido.



Para cerrar, como habitual, me gustaría despedirme con dos reflexiones y una cita de la biblia:


"No ocurre nada que no hayas soñado alguna vez"
(Carl Jung)


“Camina con paso firme y constante, con profunda fe y absoluta convicción de que alcanzarás cualquier meta que te hayas fijado y conseguirás todo lo que te propongas" 
(Anónimo)


“La sabiduría es la meta del inteligente; el necio no tiene meta fija”
(La Biblia; Proverbios 17:24)








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