domingo, 2 de febrero de 2014

DORMIR

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE?

El déficit de sueño repercute sobre todos los aspectos de la vida de una persona, desde su capacidad de prestar atención en clase hasta su estado de ánimo. Las investigaciones demuestran que más del 20% de los alumnos de la escuela secundaria se quedan dormidos en clase y los expertos han establecido una relación entre la falta de sueño y el hecho de sacar peores notas.

La falta de sueño también repercute negativamente sobre el rendimiento deportivo de los adolescentes. Además, el mayor tiempo de reacción y la falta de concentración provocados por la falta de sueño no sólo repercuten sobre el rendimiento académico o deportivo. Estas consecuencias de la falta de sueño pueden poner en peligro la vida de las personas que conducen. 

La Administración Nacional de Seguridad y Tráfico en Carreteras de los Estados Unidos calcula que cada año mueren 1.500 personas en accidentes de tráfico provocados por conductores de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años que simplemente conducían cansados. Más de la mitad de las personas que provocan accidentes por quedarse dormidos al volante tienen menos de 26 años.

La falta de sueño también se ha relacionado con problemas emocionales, como los sentimientos de tristeza y depresión. Además, el sueño nos ayuda a mantenernos sanos, al ralentizar lo suficiente nuestros sistemas corporales como para que podamos "recargar baterías" después de las actividades cotidianas.




¿CÓMO PUEDO SABER SI ESTOY DURMIENDO LO SUFICIENTE?
Aunque creas que estás durmiendo suficiente, es posible que no sea así. He aquí algunos de los indicadores de que tal vez no estés durmiendo suficiente:
  • te cuesta mucho levantarte por las mañanas,
  • tienes grandes dificultades para concentrarte,
  • te quedas dormido en clase, o
  • estás triste o deprimido.



¿QUÉ HACER PARA DORMIR MÁS?

Recientemente, en EEUU algunos investigadores, padres y profesores han sugerido que los centros educativos de secundaria empiecen las clases más tarde por la mañana para adaptarse a las necesidades de los jóvenes de dormir más. Algunos centros ya han modificado sus horarios para retrasar la hora de inicio de las clases. Tú, tus amigos, tus padres y los profesores de tu centro de estudios pueden hacer presión para intentar que retrasen las horas de inicio de las clases en tu centro, pero mientras tanto, tendrás que hacer tus propios ajustes.


He aquí algunas de las cosas que te pueden ayudar a dormir mejor:

  • Sigue un horario regular para irte a dormir. Si te acuestas cada día a la misma hora, cuando se acerque esa hora tu cuerpo sabrá que ha llegado el momento de dormir. El hecho de levantarte cada día a la misma hora también te ayudará a establecer un patrón regular de sueño, de modo que intenta ajustarte a ese horario incluso los fines de semana. No retrases más de una hora la hora de acostarte ni la de levantare más de 2 ó 3 horas.
  • Haz ejercicio regularmente. De todos modos, intenta no hacer ejercicio justo antes de acostarte, puesto que eso puede subirte la temperatura corporal y activarte, dificultando que concilies el sueño. Los expertos en sueño consideran que practicar ejercicio 5 ó 6 horas antes de acostarse (a media tarde) puede favorecer el sueño.
  • Evita los estimulantes. No tomes bebidas con cafeína, como refrescos con gas o café, después de las 4 de la tarde. La nicotina también es un estimulante, así que dejar de fumar puede ayudarte a dormir mejor. Y es posible que beber alcohol por la noche te provoque inquietud y te despiertes durante la noche.
  • Relaja la mente. Evita ver películas o programas de televisión violentos, de terror o acción justo antes de acostarte; cualquier cosa que te pueda acelerar la mente o el corazón. Leer libros de suspenso o intriga también puede dificultar que concilies el sueño.
  • "Desconéctate" reduciendo la intensidad de la iluminación. La luz le indica al cerebro que es hora de despertarse. Antes de acostarte, mantente alejado de luces fuertes (¡incluida la pantalla de tu ordenador!) y medita o escucha música suave para ayudar a tu cuerpo a relajarse.
  • No hagas siestas demasiado largas. Dormir más de 30 minutos durante el día puede hacer que te resulte más difícil conciliar el sueño por la noche.
  • Evita pasar noches sin dormir para estudiar. No esperes al último día para prepararte para un examen. No dormir la noche anterior al examen puede hacer que rindas menos en el examen de lo que habrías rendido de haber estudiado menos y dormido más.
  • Crea un ambiente adecuado para dormir. Los estudios demuestran que la gente duerme mejor en una habitación oscura y más bien fresca. Baja la persiana o cierra las cortinas (y asegúrate de que éstas sean lo bastante gruesas como para bloquear el paso de la luz) y desconecta la calefacción o baja el termostato de tu habitación (ten preparadas algunas mantas por si acaso o ponte un pijama abrigado si tienes frío). El ruido también dificulta el sueño.
  • Levántate con la primera luz de la mañana. La luz matutina le indica al cuerpo que es hora de levantarse y ponerse en marcha.

Si estás adormilado, no te verás de la mejor forma. De modo que considera el "sueño" como un aspecto fundamental de tu agenda diaria para ayudarte a estar creativo y sano.



CURIOSIDADES

Estuve leyendo algunas cosas sobre qué ocurre cuando dormimos y qué sucede cuando soñamos, algo que nos ocupa una parte importante de cada día. Había visto por ahí algunas referencias a cosas raras que ocurren debido a la privación de sueño, así que mirando, mirando me encontré con muchos datos que me llamaron la atención. Entre otras cosas:
  • La cantidad de tiempo que cada persona necesita para dormir es un poco diferente y depende de la edad (los bebés duermen hasta 18 horas); se suele decir que con menos de ocho horas al día el rendimiento mental disminuye notablemente. 
  • Curiosamente hay estudios que dicen que las personas que duermen entre seis y siete horas al día tienen una vida más larga, aunque también dicen que podría ser porque disfrutan de una situación socioeconómica mejor. Luego están los estudios que dicen que dormir extremadamente poco o mucho duplica las probabilidades de morir. 
  • Mientras se duerme las heridas se curan más rápido (o se curan más lentamente si se duerme menos); el sueño también parece afectar al sistema inmunitario. 
  • Algunos animales pueden dormir primero con una mitad de su cerebro y luego con la otra mitad, para permanecer alerta y evitar los peligros. 
  • Las orcas y algunos delfines no duermen durante su primer mes de vida y no se sabe muy bien por qué pueden hacerlo. 
  • Aunque algunos animales como los caballos, jirafas y otros herbívoros pueden dormir de pie, tienen que tumbarse para alcanzar la fase REM del sueño, aunque sea por solo unos pocos minutos. 
  • Si encierras durante un tiempo a gente en un lugar sin relojes ni referencias en cuanto a la hora o si es de día o de noche y los dejas dormir libremente, suelen dormir unas 10 horas al día. A partir de ese dato hay quien piensa que esa es la cantidad «natural» de sueño que necesitamos los seres humanos. 

Aparte de todo esto, todavía no hay un consenso sobre por qué necesitamos dormir exactamente. Hay un montón de teorías que parecen tener bastante sentido: descansar, regenerarse, procesar la memoria, protección, etc., pero no está clara la razón última, si es que acaso la hay, ni si es sólo una. Incluso se cree más bien que dormir podría ser un efecto colateral de alguna función primitiva y que la explicación pudiera no tener mucho sentido actualmente, o incluso que tal vez estemos haciendo las preguntas equivocadas (como intentar explicar el porqué de la laringe considerando únicamente su utilidad para que podamos hablar, cuando también sirve para otras cosas).

En relación con la falta de sueño, en todas partes se dice que es algo que induce a problemas mentales al cabo de no demasiado tiempo, llegándose a la psicosis, alucinaciones y pérdida de contacto con la realidad en general como cosas más serias. Los trastornos leves (falta de concentración, habilidad mental, memoria, etc.) pueden empezar a partir de las 24 a 48 horas sin dormir; los más graves poco después: 

  • Randy Gardner pasó 264 horas despierto para batir un “récord Guiness” bajo control científico; se considera el caso mejor documentado habitualmente. A los pocos días mostró pérdida de concentración y memoria; al cuarto día empezaron las alucinaciones, a los 11 días no podía completar algunas tareas mentales básicas, aunque a ratos parecía estar perfectamente normal. 
  • Hay más noticias sobre gente pasando sin dormir cientos de horas para batir la marca, pero en 1989 el “Libro Guiness de los Récords” retiró la categoría por ser peligrosa para la salud (se lo quedó en 276 horas Toimi Soini, de Finlandia). 
  • Hay varios casos históricos de gente que decía llevar 20 ó 30 años sin dormir, pero no se han podido comprobar nunca con validez científica. Y cuando se ha podido, se ha visto que esas personas tienen en realidad “microsueños”: cortísimos periodos donde la persona duerme entre una fracción de segundo y 30 segundos. Los microsueños son tan raros como peligrosos; ni siquiera quienes los padecen saben a veces que los tienen. Todo un problema si están conduciendo, por ejemplo. 
  • Otro trastorno extraño por poco común y bastante espectacular es la narcolepsia: momentos de somnolencia irresistible durante el día. Quienes lo padecen se pueden quedar dormidos en cualquier situación, sin control sobre ello. Esto también les ocurre a algunos animales, como los perros. 


Visto lo visto, si todo esto sobre el mero hecho de dormir suena raro, qué decir sobre lo que hacemos mientras dormimos: “soñar”. En este punto sí que dista de haber un consenso claro, y tampoco se sabe por qué soñamos, lo cual ha dado lugar a todo tipo de especulaciones a lo largo de la historia (mayoritariamente, tipo de teorías pseudocientíficas sobre “interpretación de los sueños”, de nula o dudosa validez). De todo lo que leí lo que me pareció más razonable es lo que relaciona el hecho de soñar con la consolidación de la memoria y el aprendizaje del día a día, e incluso la simulación para enfrentarse a situaciones futuras, en el interior de nuestro cerebro


Se incluyen los siguientes enlaces complementarios:









Para cerrar, como habitual, me gustaría despedirme con dos reflexiones:


“Dormir no arreglará tus problemas, pero si te ayudará a verlos con mayor claridad”
(Anónimo)


“Quien bien duerme bien amanece”
(Refrán)


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Fuentes:



sábado, 25 de enero de 2014

LA ANSIEDAD

¿QUÉ ES?

El hombre, como ser vivo, se desenvuelve en constante interacción con el medio. El medio es fuente de oportunidades para la satisfacción de sus necesidades e intereses, pero también de riesgos y amenazas. En esencia, la relación del individuo con el medio consiste en procurarse y conservar las primeras, y en combatir, evitar, minimizar o contrarrestar las segundas. La evolución ha ido dotando a la especie de complejos mecanismos destinados a preservarse y optimizar la adaptación a diferentes entornos y circunstancias. Entre ellos, han alcanzado especial relevancia y desarrollo los sistemas de alerta y de defensa.

La ansiedad es, en muchas circunstancias, una respuesta normal que se produce cuando una persona percibe una posible amenaza. Se trata de una extraordinaria herramienta que tiene el ser humano (también los animales), que se activa en el momento en que nuestro cerebro considera que existe un peligro real para mantener la vida. Los síntomas de la ansiedad hacen que haya una respuesta automática de todo nuestro sistema nervioso con la finalidad de ponernos a salvo. Así como el animal huye del peligro o se enfrenta a él en cuanto lo detecta, los seres humanos respondemos de la misma manera, seguimos teniendo respuestas bastante primarias.

Si a esto le unimos nuestro propio pensamiento y una tendencia a exagerar la importancia de ciertos acontecimientos, entonces no resulta nada extraño que los trastornos de ansiedad sean tan comunes.

El síntoma que los pacientes refieren como “sentirse nervioso” es el de mayor frecuencia y gravedad, seguido por “sentirse irritado”. Los dolores de espalda y cuello y las cefaleas son las afecciones más comunes, seguidas por “cansarse fácilmente” y “sentirse débil”. Por este motivo, se le suele dar una mayor importancia a estos síntomas y no se tiene muy en cuenta el pensamiento. Sin embargo, el pensamiento juega un papel central en la aparición de la ansiedad.


Dependiendo de la naturaleza de las amenazas, o adversidades, la ansiedad nos preparará:
  • para luchar, enfrentar o atacar el posible peligro o problema;
  • para huir del posible peligro o amenaza;
  • para evitar las situaciones aversivas o temidas;
  • para activar conductas de sumisión que neutralicen conductas hostiles de otros (en miedos de carácter social);
  • para buscar apoyo, elementos de seguridad y protección;
  • para dotarnos de las herramientas o conocimientos que permitan sortear los riesgos y/o acceder a nuestros objetivos.

La ansiedad implica tres tipos de aspectos o componentes:
  • Cognitivos: anticipaciones amenazantes, evaluaciones del riesgo, pensamientos automáticos negativos, imágenes importunas, etc.
  • Fisiológicos: activación de diversos centros nerviosos, particularmente del sistema nervioso autónomo, que implica cambios vasculares, respiratorios, etc. 
  • Motores y de conducta: inhibición o sobreactivación motora, comportamiento defensivo, búsqueda de seguridad, sumisión, evitación, agresividad, etc.

Cada uno de estos componentes puede actuar con cierta independencia. La ansiedad puede ser desencadenada, tanto por estímulos externos o situacionales, como por estímulos internos al sujeto, tales como pensamientos, sensaciones, imágenes. El tipo de estímulo capaz de evocar la respuesta de ansiedad vendrá determinado en gran medida por las características de la persona, y por su circunstancia. Se trata de un mecanismo facilitador de nuestra relación con el medio, y destinado a preservar los intereses del individuo y de la especie.





¿CÓMO ENTENDERLA?

"Cuando empiezo a hablar en público, espero que todo vaya a ir bien, que mi voz suene normal, que mis rodillas no tiemblen y que todo salga correctamente. Pero entonces, mi corazón empieza a latir con fuerza, mi boca se seca, mi voz se vuelve temblorosa y mi mente empieza a estar confusa hasta que me quedo en blanco y no recuerdo ni lo que acabo de decir ni lo que iba a decir después. Pienso que parezco un absoluto idiota".

Cuando una persona siente ansiedad, como en el ejemplo anterior, prácticamente todos los sistemas de su cuerpo se ven afectados:
  • a nivel fisiológico, aparecen síntomas como taquicardia, boca seca, sudoración o temblores;
  • a nivel cognitivo, se dan una serie de pensamientos amenazantes ("Pienso que parezco un absoluto idiota");
  • a nivel motivacional, la persona desea escapar de la situación y estar lo más lejos posible o que se la trague la tierra;
  • a nivel afectivo, aparece una emoción sumamente desagradable de miedo o terror; y,
  • a nivel comportamental, se produce una inhibición, como los problemas para hablar que vemos en este ejemplo.

Esta reacción es involuntaria y toma control total de la persona, impidiéndole hacer lo que deseaba hacer (en el ejemplo, hablar en público con normalidad); y esto sucede precisamente en el momento en que más necesita tener el control de sí misma y ser capaz de funcionar de manera efectiva. 






FACTORES IMPLICADOS *

En la aparición y mantenimiento de la ansiedad como trastorno influyen tres grandes grupos de factores:


FACTORES PREDISPOSICIONALES

Variables biológicas y constitucionales, hereditarias o no, que hacen más probable que un individuo desarrolle alteraciones de ansiedad si se ve expuesto a situaciones capaces de activarla. Dentro de este grupo de factores podríamos considerar también algunos referidos a la personalidad, dependiente de la historia del individuo, condicionada por la biología y el aprendizaje. Estos factores predisposicionales no son la ansiedad ni condenan a padecerla. Son factores de vulnerabilidad. Dicho en otras palabras, hay personas que cuentan con un sistema de alerta más sensible, por un lado, y más complejo de desactivar una vez disparado, por otro. En cierto sentido, son personas que se encuentran regularmente en una especie de “pre-alerta” que condiciona su disposición hacia el medio (externo o interno), la advertencia y el registro de determinados acontecimientos, y la prefiguración de un tipo de respuestas (defensivas) como más probables. Algunos de estos factores predisposicionales se desconocen aún, aunque se presume su existencia. Otros son conocidos, pero, para un buen número de ellos, sobre todo los de origen genético, no se han desarrollado aún terapéuticas específicas. Sí existen tratamientos para la corrección de algunos de los efectos causados por dichos factores y expresados en los sistemas de neurotransmisión, lo que permitiría la reducción de su influencia, la consiguiente mejora, y la reducción de la vulnerabilidad.



FACTORES ACTIVADORES

Aquellos hechos, situaciones o circunstancias que son capaces de activar el sistema de alerta, la preparación para responder ante ellas y la respuesta propiamente dicha. La ansiedad está fundamentalmente vinculada a la percepción de amenaza, por lo tanto, esencialmente, los factores activadores de la ansiedad son aquellos que están relacionados con la amenaza y su naturaleza. También, la percepción de riesgo (lo considerado amenazante), depende fundamentalmente de un proceso de evaluación, consciente o automático, determinado por la valoración de qué pasa y cómo nos afecta, por un lado; y qué podemos hacer frente a ello, por otro. Básicamente, en términos generales, la ansiedad procede de dos grandes tipos de problemas:
    1. de la posible obstaculización o entorpecimiento de planes, deseos o necesidades, aún en desarrollo, cuya consecución es para nosotros importante o necesaria. Por ejemplo, la superación de un examen para acceder a un puesto de trabajo.
    2. del posible deterioro o problematización de objetivos que ya hemos alcanzado, logros con los que ya contamos o forman parte de nuestro “estatus”. Así, percibiríamos como amenazante la pérdida de la salud o el trabajo. 
    También se encuentran en este grupo de factores otros que por diversas vías inducen una sobre-estimulación/sobre-activación del organismo: podemos mencionar especialmente el estrés y el consumo de sustancias, particularmente las estimulantes.



    FACTORES DE MANTENIMIENTO

    Afectan fundamentalmente a aquellos casos en que los problemas originarios de ansiedad no se resuelven satisfactoriamente, o bien cuando la ansiedad alcanza límites de trastorno. Una vez que la ansiedad se manifiesta como problema tiene ciertas probabilidades de incrementarse. En el momento en que la ansiedad aparece, debido a los “factores activadores”, ayudados en más o en menos medida por los “factores predisposicionales”, si es excesiva y sostenida, propicia la aparición de problemas de salud. Estos problemas, que previamente no existían, son debidos a la ansiedad, pero, a su vez, la multiplican. La salud es un bien valorado en sí mismo. Si se problematiza, por cualquier motivo incluida la propia ansiedad, genera un incremento del estado de alerta e indefensión. Se ha de considerar además, que la salud es una condición necesaria para la realización de otros planes que pueden resentirse por el nuevo estado del organismo, lo que llevaría a la aparición de nuevos problemas, distintos de los que originariamente motivaron la ansiedad, pero que contribuyen a su retroalimentación.



    Las acciones vinculadas a la ansiedad como mecanismo de alarma (obsérvese esta voz: ¡¡Alarma!!), por su valor adaptativo y de supervivencia, son jerárquicamente prioritarias sobre otras acciones, de forma que se retiran de éstas últimas recursos atencionales, cognitivos y conductuales para poder responder satisfactoriamente a la “emergencia”. Tiene su lógica que, si por ejemplo, se declara un incendio, la gestión de otros programas de acción en curso (leer, realizar un informe, participar en una reunión, comer) pase a un segundo plano. Si la ansiedad es puntual, la paralización provisional de estos programas, o su seguimiento bajo mínimos, no representa grandes inconvenientes; pero si el estado de alarma se prolonga en el tiempo afecta severamente a su desarrollo y, a la postre, tendría consecuencias tales para individuo que se convertirían en nuevas fuentes de ansiedad. 

    Finalmente, dentro de los factores de mantenimiento, hemos de citar las estrategias contraproducentes de afrontamiento: soluciones intentadas, fallidas, que destinadas a regular la ansiedad, sus motivos o sus efectos, no sólo no lo consiguen, si no que contribuyen a su incremento y perpetuación. Estos procedimientos son variados y afectan tanto control de los síntomas, como de los pensamientos, del medio y de la conducta. Por poner un ejemplo, valga citar la hiperventilación: algunas personas, ante la sensación de ahogo y falta de aire, responden con una respiración rápida, superficial, e intensa, cuya consecuencia es una caída brusca de los niveles de dióxido de carbono, lo que a su vez genera un incremento del ahogo, del calor, de la tasa cardiaca, de los mareos, del hormiguero, etc., síntomas que exacerbarían más el miedo, si cabe. 






    ¿CÓMO PLANTARLE CARA? 

    Todo el mundo se siente estresado, nervioso, ansioso o tenso de vez en cuando. He aquí cinco consejos para afrontar mejor este tipo de situaciones.

    Aviso: Cuando la ansiedad o la preocupación son extremas, puede ser un signo de un trastorno de ansiedad. Las personas que padecen trastornos de ansiedad es muy importante que pidan ayuda a un profesional de la salud. Es indudable que los siguientes consejos también les pueden ayudar. Pero el tratamiento profesional es imprescindible en estos casos.


    • Conviértete en un experto en relajación: todos creemos que sabemos relajarnos. Pero repanchingarse delante de la pantalla del ordenador no es relajarse de verdad. Dependiendo de lo que veas en la televisión o de lo que hagas con el ordenador, hasta es posible que te ponga más tenso. Lo mismo ocurre con el alcohol, las drogas o el tabaco. Tal vez parezca que alivian la ansiedad o el estrés, pero inducen un falso estado de relajación que sólo es temporal. Lo que necesita el cuerpo son técnicas de relajación (como la respiración profunda, el taichí o el yoga) que producen efectos físicos sobre la mente. Por ejemplo, la respiración profunda ayuda a relajar un nervio importante que va del diafragma hasta el cerebro, enviando un mensaje a todo el cuerpo para que se relaje y se deje ir. 
    • Duerme lo suficiente, aliméntate bien y haz ejercicio físico: ¿quieres que tu mente y tu cuerpo estén lo bastante fuertes y relajados para poder afrontar sin problemas los altibajos de la vida diaria? Duerme el tiempo adecuado para satisfacer tus necesidades (ni demasiado, ni demasiado poco). Aliméntate bien: elige la fruta, la verdura, las proteínas magras y los cereales integrales, que proporcionan energía a largo plazo (en vez de la inyección de energía de corta duración que proporciona un exceso de azúcar o la cafeína). Y haz ejercicio regularmente para enviar oxígeno a todas las células de tu cuerpo a fin de que tu cerebro y tu cuerpo puedan funcionar al cien por cien. 
    • Conéctate con otras personas: pasa tiempo con amigos o familiares: las actividades organizadas son estupendas, pero salir simplemente a dar una vuelta también va bien. Hacer cosas con personas que nos aprecian y a quienes apreciamos nos ayuda a estrechar lazos y a sentirnos apoyados y seguros. Y la diversión y la experiencia de compartir nos alegra la vida y nos ayuda a preocuparnos menos por las cosas. Si hay algo que te preocupa o estresa, el hecho de hablar sobre ello con alguien que sepa escuchar y que te aprecie puede ayudarte a sentirte comprendido y más capaz de afrontar tus problemas. Te ayudará a recordar que todo el mundo se siente estresado de vez en cuando y que no estás solo. 
    • Conéctate con la naturaleza: dar un paseo por un parque, hacer una excusión por el monte o adentrarse en un bosque puede ayudar a cualquiera a sentirse en paz y conectado con la tierra. Elige un lugar donde te sientas seguro para que te puedas relajar y disfrutar del entorno. Actividades como pasear, hacer montañismo, coger la bicicleta de montaña o calzarse unas raquetas de nieve ofrecen el beneficio añadido del ejercicio físico. Invita a un par de amigos, o familiares, y disfruta al mismo tiempo de la sensación de conexión. 
    • Piensa en positivo: una buena forma de alejar las preocupaciones de tu mente es centrándote en cosas que sean buenas, bonitas y positivas. Permítete soñar, desear e imaginar lo mejor que puede ocurrir. 


    Para cerrar, como habitual, me gustaría despedirme con tres reflexiones:


    “No te creas todo lo que piensas”
    (Anónimo)


    “Cuando cambias el modo en que ves las cosas, las cosas que ves cambian también”
    (Wayne Dyer)


    “Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron”
    (Michel de Montaigne.)




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    Referencia:

    (*)Baeza Villarroel, J. C. (2008). Clinica de la Ansiedad. Psicólogos especilistas en el tratamiento de la ansiedad. Madrid y Barcelona. Entrevista al Dr. Baeza Villarroel, psicólogo, en Onda Radio, sobre La ansiedad y sus trastornos



    domingo, 12 de enero de 2014

    LA PROCRASTINACIÓN


    ¿Se han preguntado por qué muchos de sus sueños quedan sólo en el imaginativo? ¿Por qué frases como “mañana lo hago” o “esto puede esperar” se han convertido en la filosofía diaria de vida?

    Si alguna vez has retrasado una cita con el dentista, o has pospuesto para el próximo mes el propósito de apuntarte al gimnasio, y nunca encuentras el momento de arreglar determinados papeles o arreglar ese grifo que gotea no eres el único. Aplazar los asuntos pendientes, o dejar para mañana lo que podrías hacer hoy, es una costumbre muy humana conocida como procrastinación.

    La procrastinación es muy habitual a pesar de que tiene un coste elevado, ya que los retrasos evitables generan pérdidas de productividad, además de causar estragos emocionales, principalmente mermando la autoestima. 

    Científicos de la Universidad de Constanza (Alemania) han estudiado a fondo la procrastinación y han llegado a la conclusión que las personas se comportan así porque creen que el día de mañana será más adecuado para poner en práctica lo planeado. Y también han demostrado que la tendencia a procrastinar es menor si se plantea la tarea en términos muy concretos y específicos.

    El término se aplica comúnmente a la sensación de ansiedad generada ante una tarea pendiente de concluir. El acto que se pospone suele percibirse como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante. Por ello, se autojustifica posponerlo a un futuro “sine die” (sin plazo, sin fecha) idealizado. Sin embargo, la mayoría de acciones que postergamos no superan nuestras posibilidades.




    La procrastinación es un problema de autorregulación y de organización del tiempo. Quien pospone o procrastina una decisión lo que está presentando, en el fondo, es una conducta evasiva.



    SITUACIONES EN LAS QUE PROCRASTINAMOS

    A continuación se incluyen diferentes situaciones de la vida en las que procrastinamos:

    • Tareas cotidianas: aplazamos actividades necesarias para funcionar en el día a día (ir al banco, hacer la compra, ir al médico, arreglarse la ropa, cortarse el pelo, etc.). Esto provoca sensación de caos, de no poder llegar a todo, de frustración, debido a la acumulación de tareas pendientes.
    • Compromiso personal: impedimos que nuestra vida mejore en diversos ámbitos. Nno hacemos formación, no hacemos ejercicio, no aprovechamos las oportunidades de mejora profesional, no dejamos hábitos como fumar, no resolvemos problemas familiares, etc. Esto produce sentimientos de insatisfacción, inseguridad, inferioridad y estancamiento.
    • Compromiso con los demás: desatendemos nuestros compromisos adquiridos, incumplimos obligaciones laborales, no respetamos los plazos, desatendemos citas profesionales, no preparamos las reuniones, hacemos perder el tiempo a los demás, etc. Como consecuencia, perderemos la confianza y el respeto de los demás.



    Como ejemplo gráfico, el siguiente esquema muestra algunas de las trampas más habituales que nos desvían de nuestra tarea, y con ellas entramos en el bucle de la procrastinación. Las excusas se suceden y no empezamos ni terminamos nunca la tarea.






    EJEMPLOS DE CAUSAS Y ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

    A continuación, se incluyen, a modo de ejemplo, algunas causas ( C ) y estrategias ( E ) de afrontamiento de las mismas:

    CASO 1
    • C. Porque no te gusta esa tarea, ese trabajo o ese deber; de modo que lo dejas de lado el mayor tiempo posible.
    • E. Estudia la posibilidad de automatizarla, delegarla o intercambiarla con un compañero o compañera.

    CASO 2
    • C. Porque no sabes cómo resolverlas.
    • E. Pide ayuda; pide consejo; infórmate; fórmate.

    CASO 3
    • C. Porque te falta tiempo.
    • E. Ordena tu espacio de trabajo y planifica tu tiempo. Dedica un periodo concreto de tiempo al día para ir realizando tu objetivo. 
    Prioriza: distingue lo urgente de lo importante.

    CASO 4
    • C. Porque no sabes si realmente quieres hacer lo que te propusiste.
    • E. Revisa tu objetivo analizando tu situación actual. Si no es prioritario para ti, apárcalo definitivamente.

    CASO 5
    • C. Porque tienes un bloqueo y necesitas un impulso para comenzar.
    • E. Tu problema es encontrar el momento para empezar; a nuestro cerebro le cuesta arrancar. Cuando la magnitud del objetivo te abrume y paralice, divídelo en pequeñas tareas.
    ¡Divide y vencerás!

    Se recomienda el siguiente vídeo de Elsa Punset:

    CASO 6
    • C. Porque necesitas tiempo para reflexionar.
    • E. Se trata de una postergación creativa, que es apropiada y necesaria. Inviertes tiempo para reflexionar antes de comenzar. En algún momento, estarás a punto y todo te saldrá sin esfuerzo.



    IDEAS PARA VENCER LA PROCRASTINACIÓN

    La buena noticia es que hay maneras de hacerle frente a la procrastinación, a continuación se incluyen algunos pasos iniciales:
    • Prioriza las actividades: saber qué tareas debes realizar y en qué orden de importancia debes hacerlo te ayuda a manejar el tiempo.
    • Realiza un programador realista: Es importante pensar qué es lo que debes hacer, cómo puedes hacerlo, qué necesitas y cuánto tiempo te tomará.
    • Analiza los pro y los contra de cada una de las actividades a realizar: tener claras las posibles consecuencias hacen que tus decisiones sean más acertadas.
    • Concéntrate en la actividad: trata de alejar cualquier distracción y no pares hasta verla terminada. Este hábito hace que nuestro cerebro quede ocupado por la tarea y desaparezca el efecto pesimista.
    • Haz un seguimiento a tus actividades y proyectos: mira si los resultados obtenidos son de tu agrado y qué cosas puedes cambiar para alcanzar tus metas.

    Estos simples pasos son aplicables tanto a proyectos personales como profesionales, y podemos hacer uso de una estrategia muy utilizada en marketing, el Design Thinking. La idea es diseñar soluciones prácticas para un problema con el propósito de satisfacer las necesidades.



    Aquí dejo un video (en inglés) sobre la procrastinación:



    ¡HAZLO YA!

    • Resuelve tus asuntos en el momento. 
    • Responder de inmediato es algo que atrae a los demás, porque la mayoría acostumbra a dejar las cosas para más tarde.
    • Todo lo que no hagas ahora, lo tendrás que hacer más tarde.
    • Si esperas, te agobiarás pensando que lo tienes que hacer y que, además, no puedes olvidar hacerlo.
    • Si realmente no lo puedes hacer de inmediato, colócalo en tu agenda y apunta fecha y hora.
    • Reestructura tu vida de forma que puedas responder de inmediato.



    Para cerrar, como habitual, me gustaría despedirme con dos reflexiones:


    “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”
    (Refranero español)


    “Procrastination is the thief of time”
    (Proverbio anglosajón; “La procrastinación es el ladrón del tiempo”;)


    “Nunca hay tiempo suficiente para hacerlo todo, 
    pero siempre lo hay para aquello que es importante”.
    (Anónimo)



    sábado, 14 de diciembre de 2013

    LA SOLIDARIDAD - AYUDAR A LOS DEMÁS


    ¿QUÉ ES LA SOLIDARIDAD?

    La solidaridad es uno de los valores humanos por excelencia, y se define como la colaboración mutua entre la personas; como aquel sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento, sobre todo cuando se viven experiencias difíciles de las que no resulta fácil salir.

    Debido al verdadero significado de la solidaridad no es de extrañarse que escuchemos este término con mayor frecuencia cuando nos encontramos en épocas de guerra o de grandes desastres naturales. De este modo, gracias a la solidaridad es posible brindarle una mano a aquellos que resultan menos favorecidos con este tipo de situaciones.

    La solidaridad es un acto social, una acción que le permite al ser humano mantener y mantenerse en su naturaleza de ser social. Resulta fundamental fomentar y desarrollar la solidaridad en todas sus aristas, no sólo en momentos de guerra o desastres naturales, sino que será fundamental de aplicar cuando alguno de nuestros seres queridos, ya sean amigos o familiares, tengan algún problema en el que nuestra ayuda o compañía sean un aporte para mejorar en cierto modo la situación.

    Con lo anterior, no es de extrañar que la solidaridad se comporte como la base de muchos otros valores humanos o incluso, de nuestras relaciones sociales más valiosas, como la amistad. En este sentido, nos permite sentirnos unidos a otras personas en una relación que involucra sentimientos necesarios para mantener el funcionamiento social normal. En términos más generales, puede incluso permitirle al hombre sentir que pertenece a determinado lugar, en otras palabras, permite desarrollar sentimientos como los de pertenencia a cierta nación, manteniendo a los ciudadanos de un mismo lugar a luchar juntos por un mismo motivo o trabajar unidos para lograr una misma meta.

    Las personas que practican actividades de voluntariado viven durante más tiempo que aquellas que no lo hacen, eso sí, siempre y cuando sus motivos sean ayudar a los demás. Según un estudio publicado hace poco en la revista “Health Psychology” que también reveló que los voluntarios que optan por ayudar por "satisfacción personal" o para "sentirse mejor consigo mismos" no obtienen ningún beneficio sobre su salud. Sara Konrath y sus colegas de la Universidad de Michigan (EEUU) llegaron a estas conclusiones tras trabajar con 10.000 sujetos de diferentes edades y comprobar que en un plazo de 4 años las posibilidades de sobrevivir eran un 3% superior entre aquellos que practicaban el voluntariado. Konrath atribuye este aumento de la longevidad a que al preocuparnos por los demás “se desactiva las respuesta de estrés del organismo y se liberan hormonas como la oxitocina que restablecen la función fisiológica normal”.

    Personalmente, creo que tiene sentido el que vivamos más si ayudamos a los demás. Durante mi vida he procurado ayudar a los demás sin ningún interés, porque nunca sabes cuándo vas a necesitar de alguien. Y que mejor recompensa que un "Gracias" de una persona que no conoces y no tienes interés personal alguno. Además, imagínate un día que salgas de viaje con tu familia y sufras un percance en medio de la nada; y de pronto una persona voluntariamente llegue a prestarte esa ayuda o, mejor aún, que esta persona te diga haberte conocido cuando hacías tú trabajo voluntario y te reconoció al pasar por allí y tuvo la confianza de pararse a ayudar.




    PUNTO DE VISTA CIENTÍFICO


    Me gustaría incluir, al respecto, la siguiente información desde un punto de vista científico:

    La clave de la solidaridad no está en nuestro “corazón”, ni en las ganas de compartir, sino en la amígdala cerebral. En esa pequeña estructura del cerebro, de la que también brotan emociones como el miedo o la rabia, está el origen de la personalidad solidaria. 

    La investigación, dirigida por Masahiko Haruno del Instituto de Neurología de la Universidad de Tamagawa (Japón), está publicada en la revista “Nature”. En ella se distingue entre los individuos pro-sociales (aquellos que prefieren maximizar los recursos para sí mismos siempre que el resto disponga de los mismos medios) y los individualistas (los que optan por tener más recursos sin pensar en los demás).

    La forma en la que las personas prefieren dividir los recursos entre ellos mismos y otros es una característica estable de la personalidad. 

    Para averiguar de qué modo optamos por una u otra actitud, el equipo dirigido por Masahiko Haruno puso en marcha una serie de experimentos. Los resultados mostraron que a las personas pro-sociales no les gustaban los escenarios injustos y respondían de forma acorde mientras que las decisiones de las personas individualistas no se veían influidas por lo justa/injusta que fuera la situación. Los investigadores descubrieron que la actividad en la amígdala del cerebro difería entre estos dos grupos, con una mayor actividad en las personas pro-sociales que mostraban aversión a la desigualdad.

    El hallazgo descarta las teorías anteriores que sostenían la existencia de una respuesta automática egoísta, que considera el beneficio de uno mismo, y que es el córtex prefrontal el que controla ese impulso y nos convierte en individuos solidarios.



    Para cerrar, como habitual, me gustaría despedirme con tres reflexiones:


    “Sé útil primero a los demás, si quieres ser útil a ti mismo”
    (Séneca)


    “En lugar de ser un hombre de éxito, busca ser un hombre valioso:
    lo demás llegará naturalmente”
    (Albert Einstein)


    “Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que
    nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos”
    (Albert Einstein)



    sábado, 30 de noviembre de 2013

    MOTIVACIÓN


    ¿QUÉ ES LA MOTIVACIÓN?

    "Es el impulso que inicia, guía y mantiene el comportamiento, hasta alcanzar la meta u objetivo deseado".

    Es decir, Evidentemente, toda motivación nace como consecuencia de un motivo. Se entiende por éste el deseo desencadenado por un estímulo interno (por ejemplo el hambre) o externo (por ejemplo ganar más dinero) que dirige una conducta a conseguir dicho deseo o necesidad.

    Otras definiciones:
    • Para Gary Dessler (1979): "La motivación refleja el deseo de una persona de llenar ciertas necesidades”.
    • Frederick Herzberg dice: "La motivación me indica hacer algo porque resulta muy importante para mí hacerlo".
    • Kelly (citado en Cave et al., 2004) afirma que: "Tiene algo que ver con las fuerzas que mantienen y alteran la dirección, la calidad y la intensidad de la conducta".
    • Jones (citado en Cave et al., 2004) la define como: "La forma en que la conducta se inicia, se energiza, se sostiene, se dirige, se detiene, y con el tipo de reacción subjetiva que está presente en la organización mientras sucede todo esto".
    • Según Stephen Robbins, su definición de motivación es: "Voluntad de llevar a cabo grandes esfuerzos para alcanzar las metas organizacionales, condicionada por la capacidad del esfuerzo para satisfacer alguna necesidad individual".
    La motivación es dinámica, está en continuo movimiento de flujo, es un estado de crecimiento y declive perpetuo. Hay días en los que se puede notar mucha energía para luchar por algo y otros en los que cuesta mucho arrancar una conducta.

    Respecto a los tipos de motivación, ésta puede diferenciarse en:
    • Motivación intrínseca: el deseo que impulsa la conducta es interno. La ilusión, el interés, etcétera son ejemplos de estímulos internos que dan lugar a la conducta intrínseca que hace al individuo disfrutar “sin más” de lo que hace.
    • Motivación extrínseca: es el deseo que impulsa la conducta para obtener una recompensa externa o evitar un castigo. El dinero, los regalos, un trabajo estable o evitar una regañina son algunos ejemplos de estímulos externos que dan lugar a la conducta intrínseca.

    Las personas desarrollan impulsos motivacionales como un producto del medio cultural en el que viven y esos impulsos afectan la forma como ellos ven sus trabajos y manejan sus vidas.

    La tarea de un administrador es identificar los impulsos y necesidades de los empleados y canalizar su comportamiento hacia el desempeño del trabajo. El desempeño es función del esfuerzo y las capacidades. La motivación tiene que ver con el esfuerzo.

    El punto de partida en el tema motivacional es entender las necesidades del individuo.


    TEORÍAS DE MOTIVACIÓN

    Diversos investigadores han definido teorías acerca de la motivación, aquí tienes las más relevantes:


    Ø  Teoría de las necesidades de Maslow): *

    Las necesidades básicas se ordenarían según una jerarquía. Unas serían más prioritarias que otras, y sólo cuando estuvieran cubiertas las inferiores se podría ir ascendiendo. Maslow (1954) destacaba las siguientes necesidades:

    • FISIOLÓGICAS: Están en la base de la pirámide y son las que tienen más fuerza. Los seres humanos necesitan satisfacer unos mínimos vitales para poder funcionar. Una persona que careciera de alimento, seguridad, amor y estima, probablemente, sentiría con más fuerza el hambre física antes que cualquier otra necesidad.
    • SEGURIDAD: En general, todos tenemos tendencia a la estabilidad, a organizar y estructurar nuestro entorno. No es fácil vivir permanentemente a "la intemperie" y de ahí que busquemos mínimos que nos den seguridad.
    • AFILIACIÓN (SOCIAL):Una vez cubiertas las necesidades anteriores, surgirán las de afecto, sentido de pertenencia, etc. Somos "animales sociales" y necesitamos relacionarnos con los demás para poder desarrollarnos como personas. Por ejemplo, cualquiera que participa en una organización, junto al cumplimiento de una serie de objetivos, también pretenderá relacionarse con otros que comparten esos mismos ideales. El formar parte de una determinada organización sirve como elemento de referencia y comparación social.
    • RECONOCIMIENTO (ESTIMA): Todas las personas tienen necesidad de una buena valoración de sí mismos, de respeto o de autoestima , que implica también la estima de otros. Sólo se activará esta necesidad si lo más básico está relativamente cubierto. Por ejemplo, ¿por qué existe en el Primer Mundo una preocupación, a veces distorsionada, sobre la autoestima? Si millones de personas tienen como único objetivo conseguir algún alimento, ¿se plantearán problemas de autoimagen o realización personal?
    • AUTOREALIZACIÓN: El proceso de maduración humana se enriquece durante toda la vida. Siempre podemos desarrollar nuevas posibilidades. Esta necesidad se caracterizaría por mantener viva la tendencia para hacer realidad ese deseo de llegar a ser cada vez más persona. La forma específica que tomarán estas necesidades diferirá de un sujeto a otro. Unos pueden realizarse plenamente siendo un buen padre o madre, otros colaborando en proyectos solidarios o en su faceta profesional.

    Estas necesidades funcionan en orden. Una vez que se satisfacen las necesidades fisiológicas, en la base de la pirámide, cobran importancia las del siguiente nivel, estima. A medida que se hacen importantes las del siguiente nivel, las del nivel inferior pierden importancia como estímulo.


    Ø  Teoría del reforzamiento de Skinner: **

    Skinner desarrolló su famosa teoría sobre el comportamiento humano y sus reacciones a estímulos externos, por medio de los cuales una conducta es reforzada con la intención de que se repita o sea exterminada de acuerdo a las consecuencias que el estímulo conlleve. La teoría de Skinner está basada en la idea de que los eventos relacionados con el aprendizaje cambian o modifican nuestro comportamiento y nuestras maneras de actuar de acuerdo a ciertas circunstancias. Estos cambios son el resultado de la respuesta individual a los estímulos que experimentamos. Nuestra respuesta viene de acuerdo al estímulo que recibimos. Cuando estos estímulos son positivos o negativos nuestro ser tiende a repetirlos o a exterminarlos permanentemente. 

    Refuerzo es la palabra clave que usa B.F. Skinner en su teoría conductivista del impacto del estimulo positivo o negativo para eliminar o reforzar ciertos patrones de comportamiento. Un refuerzo positivo es cualquier cosa que nos ayude a repetir un comportamiento deseado. Estos refuerzos pueden ser desde una frase positiva para compensar algo bueno que hicimos, una buena calificación o un sentimiento de satisfacción al haber logrado una meta. Su teoría también habla de refuerzos negativos tales como castigos, regaños, insultos o amenazas que nos ayudan a exterminar ciertos comportamientos.

    Aquella conducta que se sigue de consecuencias positivas aumenta su probabilidad de repetición en un futuro, mientras que la conducta que tiene consecuencias negativas la disminuye (ley del efecto).



    Ø  Según Locke y Latham (1990): ***

    En el establecimiento de metas se ha de resaltar que el objetivo:

    • Orienta la acción. Anima a realizar estrategias y planes de actuación. Al centrar nuestra atención, seleccionamos qué actuaciones son importantes y obramos en consecuencia. Así, para conseguir una meta, tendremos que plantearnos las alternativas más idóneas.
    • Sirve para regular el esfuerzo. Al tener claro qué es lo que hay que hacer, nos podemos programar para obtenerlo.
    • Logra que se trabaje de una manera más persistente. El objetivo, más que algo imposible, se presenta como aquello que con el esfuerzo y la persistencia se puede alcanzar.



    Ø  Teoría de la equidad de J. Stacy Adams: ****

    Tendemos a valorar lo equitativo y justo de las recompensas recibidas. Estamos motivados cuando creemos que nuestra recompensa es equitativa a nuestro esfuerzo y justa respecto a las recompensas de otros por el mismo esfuerzo.

    La teoría de la equidad de J. Stacy Adams se concentra “en los sentimientos de una persona respecto a con qué grado de equidad se la trata en comparación con las demás.” Sostiene que el individuo se compara con otros individuos para ver si está siendo tratado de manera equitativa y de no ser así, se desmotiva. 

    Cuando se percibe inequidad se genera una insatisfacción, y el individuo tratara de arreglar la situación y para esto puede disminuir el tiempo y/o esfuerzo que dedica a su labor, o presionando al otro individuo que disminuya su trabajo, e incluso puede recurrir a otras opciones que pueden causar deterioro en el desempeño de la organización

    En la teoría de la equidad abarca tres categorías: 
    • el otro: se refiere a personas que ocupan cargos similares dentro de la organización, también amigos, vecinos o cualquier persona con la cual el individuo tienda a compararse debido a sus vínculos personales o similaridad; 
    • el sistema: se refiere a las “políticas y procedimientos organizativos de compensación, así como su administración.”; y 
    • la persona misma: se refiere a los niveles de aportes y resultados únicos para individuo.

    “En general, la equidad motiva, mientras que la inequidad desmotiva, ya sea favorable o desfavorablemente (Pritchard, Dunnette y Jorgensen 1972). Así pues, un aumento salarial o una promoción no tendrán efecto motivador si el trabajador piensa que es injusto en relación con sus compañeros.” (Pecvnia, 10 (2010), pp. 59-74)




    COMO AFECTA LA MOTIVACIÓN EN NUESTRO DÍA A DÍA

    El estar motivados o no, es un factor fundamental que afectará en el resultado que obtendremos en diferentes ámbitos de nuestra vida:
    • Motivación escolar: para obtener buenos resultados académicos el alumno debe poseer motivación y habilidad. La motivación es clave para facilitar el aprendizaje, e influirá en las intenciones, metas, percepciones y creencias del alumno. En su motivación para estudiar influirán factores externos (los compañeros, el profesor y las características de la tarea) y factores personales (conocimientos, destrezas, metas, etc.). 
    • Motivación laboral: existe una alta relación ente motivación y productividad. Frederick Herzberg propone que para que exista motivación laboral se deben conjugar “factores higiénicos” (relación con el supervisor, condiciones de trabajo, sueldos, relación con los compañeros, relación con los subordinados, estatus y seguridad) que evitan la insatisfacción laboral y “factores motivadores” (logro, reconocimiento, interés, responsabilidad) que aumentan la satisfacción y la productividad. La falta de motivación en el trabajo se encuentra entre las causas más comunes de síndromes como el síndrome del desgaste profesional u ocupacional.
    • Motivación deportiva: en el deporte la motivación guarda una estrecha relación con el rendimiento y las expectativas. En ella influye enormemente la percepción de autocontrol de la situación basada en la interpretación de los éxitos y fracasos pasados (el “han dependido de mí” frente al “dependen de los otros”). Cuando un deportista siente que haga lo que haga los resultados obtenidos serán independientes de su conducta, su nivel de motivación y, por tanto, el nivel de su rendimiento, descienden.



    DIFERENCIA ENTRE MOTIVACIÓN Y SATISFACCIÓN

    Se puede definir a la motivación como el impulso y el esfuerzo para satisfacer un deseo o meta. En cambio, la satisfacción está referida al gusto que se experimenta una vez cumplido el deseo. Podemos decir entonces que la motivación es anterior al resultado, puesto que esta implica un impulso para conseguirlo; mientras que la satisfacción es posterior al resultado, ya que es el resultado experimentado.



    AUTOMOTIVACIÓN

    La automotivación es aquel impulso que te ayuda a conseguir el éxito personal, laboral y profesional. Debemos concienciarnos de que nosotros mismos somos la pieza clave para fomentar nuestros niveles de motivación.

    Es importante tener en cuenta los siguientes puntos para conseguir aumentarla:
    • Las ganas no vienen solas: muchas personas se confunden al creer que primero deben “tener ganas” y luego actuar; esto es un error. Haz la prueba; primero actúa y después verás como tienes más ganas de continuar haciendo cosas. Mucha gente decide seguir trabajando una vez que ya ha empezado.
    • Fíjate unos objetivos realistas: es bueno que dividas estos objetivos en sub-objetivos que te permitan valorar si efectivamente te estás acercando a la meta deseada. Conforme vas logrando los sub-objetivos te sentirás más motivado para llegar al final. Ver que estamos en el camino correcto es muy motivante.
    • Proporciónate algún premio: cuando creas que has hecho las cosas bien, cuando logres alguna meta. 
    • Evita postergar tareas: aplazar las tareas sin motivo puede hacer que tus niveles de motivación desciendan por verte incapaz de conseguir tus objetivos. 
    • Aprende habilidades: si para conseguir un objetivo crees que te faltan técnicas específicas, intenta adquirirlas o pide ayuda a otra persona para que te las enseñe.
    • Queda con otras personas: para emprender una tarea, si te es posible, trabaja en equipo, de esta forma todos los integrantes se mantendrán motivados para lograr sus objetivos en común. 

    Es importante mantener una actitud positiva para encontrar esa motivación necesaria para alcanzar tus metas. No olvides que tal vez en el camino algo se te dificulte, pero que con esfuerzo podrás vencer cualquier obstáculo

    Centrarse en los pequeños avances y premiarlos es la clave. Cada uno debe desarrollar su propia estrategia motivadora. La automotivación es una tarea de aprendizaje cotidiano. No importa fallar las veces que sean necesarias. La clave está practicar todos los días.


    Para cerrar, como habitual, me gustaría despedirme con dos reflexiones:

    "El mejor premio que la vida ofrece es poder trabajar duro en lo que valoras"
    (Theodore Roosevelt, “1858-1919”, presidente estadounidense)

    "La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante."
    (Paulo Coelho, “nacido en 1947”, escritor y periodista brasileño)


    _________________

    Referencias:

    (*) MASLOW, A. (1954). Motivation and Personality. New York: Harper & Row
    (**) SKINNER, B. (1977). Ciencia y conducta humana. Barcelona: Fontanella.
    (***) LOCKE, E.&LATHMAN, G.(1990).A theory of goal setting&task performance.Englewood Cliffs,NJ: Prentice-Hall.
    (****) ADAMS, J.S. (1965). Inequity in social exchange. En BERKOWITZ,L.(Ed.). Advances in experimental social psychology (vol. 2).




    domingo, 17 de noviembre de 2013

    LA GRAN IMPORTANCIA DE TENER METAS



    Para poder darle seguimiento a los sueños es importante proponerse metas. Es importante tener metas en la vida tanto en el ámbito profesional y el social, como en el ámbito familiar y personal. Es clave la necesidad de que los jóvenes tengan una brújula y sepan hacia dónde ir y cómo llegar. Las metas son el motor que estimula a superarnos.

    Para formar un proyecto de vida, primero hay que ponerse metas concretas, una herramienta de peso, lo cual es importante inculcarlas en las nuevas generaciones que quieren lograr algo, pero no saben cómo alcanzarlo o hacerlo.

    El camino es difícil y habrá limitaciones, he incluso algunas veces tendremos la sensación de haber fracasado a mitad de camino. Cuando esto sucede hay que repasar los objetivos para ver el rumbo que hasta ahora hemos tomado y el que a partir de ahora debemos tomar. Por tanto, no hay que olvidar los posibles ajustes que debamos hacer de las metas a lo largo del camino, e intentar crear una estrategia para el éxito, pues en ocasiones las circunstancias cambian y es preciso modificar lo que no nos funcione. 

    El pensamiento positivo es una de las claves del éxito, y es muy importante no perder la perseverancia para alcanzar la meta a pesar de las dificultades del camino. Algunas veces, hay que arriesgar para superarse.



    ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LA METAS?

    Tener metas en la vida es tan importante como la vida misma. Hacen que la vida valga la pena, te aportan ganas de superarte, te permiten obtener logros cuando las alcanzas y sobre todo enorgullecerte de ello. Además, dan sentido a tu vida y hacen que ocupes tu tiempo de manera productiva.

    Las metas aumentan el interés en lo que haces, aumentan el entusiasmo, aportan un sentido de dirección, motivación y esperanza, además de promover claridad y estimular la planificación. Si, por ejemplo, haces tu trabajo teniendo en mente la meta de ascender, trabajarás más y mejor, prestarás atención a las oportunidades y las aprovecharás mejor, tendrás más entusiasmo en tu trabajo y tendrá más sentido todo lo que haces. Si no tienes ninguna meta, tu trabajo puede convertirse con el tiempo en una pesada carga rutinaria que te aburre.

    La persona que carece de metas en su vida permanece inmóvil en un estatus quo que puede que le aporte tranquilidad y ausencia de estrés, pero que también puede llegar a convertir su vida en una rutina que le acaba aburriendo y frustrando, porque cada día es igual que ayer e idéntico que mañana. No es necesario que tengas grandes metas, pueden ser metas pequeñas. Lo importante es que tengan sentido para ti y sean tuyas, tus deseos, tus anhelos, te ayuden a solucionar problemas.






    ¿QUÉ HACER?

    La mejor preparación se inicia mediante el establecimiento de metas u objetivos con plazos específicos. Como ayuda para este primer paso, tenemos que escribir en un papel todas las cosas buenas que deseamos y preguntarnos:

    ¿Qué quiero lograr?

    ¿Depende de mí?

    ¿Por qué o para qué lo quiero?

    ¿Estoy realmente motivado?


    Busca en tu corazón para saber lo que realmente quieres y para qué lo quieres. Cuando pienses en algún objetivo, tienes que sentirte feliz, sonreír al pensar en ello. No tengas prisa, para saber cuáles son tus metas necesitarás más de un día. Cuando sepas el qué y el porqué escríbelo. Tienes que ser tan específico como puedas y evitar generalizar.

    Si tienes varias metas, escoge una sola. No es conveniente trabajar en muchas cosas nuevas al mismo tiempo.

    Si no estás acostumbrado a establecer y trabajar en una meta, escoge una que sea importante, para que estés motivado, pero que no sea la más difícil.

    Nadie sabe los límites del potencial humano, pero lo que sí se conoce es que la mayoría utilizamos sólo una pequeña fracción de nuestras habilidades naturales. Obtener una imagen clara y específica sobre un objetivo, automáticamente eleva tu nivel de auto-confianza, y los objetivos claros te motivan para lograr mayores éxitos en todos los aspectos de tu vida.

    Una vez determinada cuál es tu meta, hay que trazar un plan de acción para alcanzarla, indicando los pasos que vas a dar para conseguir tu objetivo. Divide tu meta en una serie de pequeños pasos, comenzando por los más fáciles. Si te paras a pensarlo, todo lo que has alcanzado en tu vida ha empezado siendo una idea en tu mente, que luego has convertido en objetivo o meta, por pequeño que sea, desde decidir que ibas a aprender a hacerte una tortilla para desayudar, hasta terminar una carrera universitaria. 

    Como es obvio, cuantas más metas te propongas, más probabilidades tendrás de fracasar en alguna. Si has fracasado, trata de descubrir por qué, aprender del fracaso y mejorar a la hora de trazar tus metas y los pasos para conseguirlas. A veces, quizás no alcances una meta en su totalidad, pero sí una parte y es muy importante valorar eso. 





    Para terminar me gustaría incluir que:

    debemos tener valor para enfrentar la vida, lanzarnos al ruedo e ir tras nuestros sueños, y no tener miedo ante las situaciones que se nos presenten. Sería mucho más cómodo y seguro quedarse quietos pensando que así quizás evitaríamos la derrota, la frustración o en general sorpresas desagradables, pero la verdad es que la vida es de por sí una sucesión de retos y es por ello que vale la pena vivirla. Si estamos dispuestos a encararla tal y como se nos presenta al final podremos decir:


    Estuve aquí, fue difícil pero lo logre;
    viví momentos de inmensa alegría y satisfacción
    que nunca habría tenido de no haberme atrevido.



    Para cerrar, como habitual, me gustaría despedirme con dos reflexiones y una cita de la biblia:


    "No ocurre nada que no hayas soñado alguna vez"
    (Carl Jung)


    “Camina con paso firme y constante, con profunda fe y absoluta convicción de que alcanzarás cualquier meta que te hayas fijado y conseguirás todo lo que te propongas" 
    (Anónimo)


    “La sabiduría es la meta del inteligente; el necio no tiene meta fija”
    (La Biblia; Proverbios 17:24)